Un vestido de lunares

Como la Primavera, he vuelto…

Hoy ha sido el equinoccio, el sol ha entrado en Aries, y yo he tomado las riendas de nuevo de este cuaderno de bitácora para compartir contigo mi pasión. Si aún aguantas, si aún confías en este proyecto, gracias de corazón.

Todos evolucionamos, todos tenemos etapas de más y de menos, subidas y bajadas, y el blog, como extensión de mí, también. He estado muy ocupada, trabajando en mi profesión y sacando adelante una idea creativa sin precedentes… también he estado colaborando con IKEA en pequeños eventos de cambio de armario y disfrutando mucho de la experiencia… he viajado algo y he disfrutado del día a día, pero aquí estoy, diciéndole adiós al invierno con un vestido de lunares que ha llegado justo a tiempo, como todo lo que llega a tu vida. Poniéndome vane-mística, hoy leí algo así como: aquello que se te puede quitar es algo que no vale la pena guardar, y aquello que no se te puede quitar ¿por qué tendría uno que tener miedo de que se lo quiten? No se te puede quitar, no hay posibilidad, no puedes perder tu verdadero tesoro. Me resonó y me gustó, ahora que cada una de vosotras o vosotros lo haga suyo 😉

Hoy me lo probé y dije: ¡con rojo! y éste es el resultado.

Les mando un abrazo enorme

Vane