¡Estoy en Manhattan!

Nunca es suficiente, nunca me canso, siempre es un placer regresar. Lo mejor de haber venido numerosas veces a Nueva York es que ya te lo tomas de una forma relajada, sin tener que visitar los highlights y hacer colas interminables para no perderte nada, quedándote exhausto en una ciudad que lo tiene todo, que nunca duerme…

He venido a pasear, a ver la ciudad en bici, a los museos que nunca visité porque no eran importantes, a tomar café sin prisa viendo pasar a los que sí la tienen, a reírme y absorber toda la energía de una loquita que tengo de hermana y que en Londres era londinense, y que aquí, en Nueva York, no iba a ser menos que la más neoyorkina… a beber Margarita de Jamaica en el primer bar del barrio, a ver el verdadero otoño en todo su esplendor, a sentirme afortunada mirando hacia arriba…

¡Aquí estoy!

Para los felices 16º de temperatura llevo un jersey súper calentito de lana color burgundy, mis piernas al aire y un toque boyish ¡Qué estoy en Manhattan! ¿Recomendaciones en East Village, el barrio donde me estoy quedando? te lo cuento más abajo 😉

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Me encantó venir a C&B un bar para hacer desayuno o lunch donde hacen un bocata de carne de salchicha picante con tortilla francesa y un cacappuccino excelente. ¡Para tomar nota si vienen a East Village!

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